Este blog continúa en: Lights and shadows keep on changing

miércoles, 22 de diciembre de 2010

Felicidad

Como una sombra que se alarga en mi camino según avanzo hacia ella. Y justo cuando mi mano está a punto de tocarla una nueva luz la separa aún más.
Apenas permanece. En cuanto llega recorre rápidamente los caminos de mi piel hasta caer al suelo junto a la lluvia que emana del cielo.
Como un bello atardecer que se pierde en la oscuridad de la noche. Como los rayos del sol se ven eclipsados por las nubes de tormenta.
Ella, que tan sólo permanece en mis recuerdos. Recuerdos de una ingenua mente infantil.
Ya no corre conmigo. Ahora yo corro para escapar del miedo y ella para evitarme un poco más.
Se quiebra en mis sonrisas, herida por la frialdad. Se ahogó su risa en el silencio de la soledad.
Como los brazos de la noche que toman prisionera a la esperanza…


...Así es como a veces siento la felicidad.

viernes, 17 de diciembre de 2010

"Pena"

Se acabó el tratarme así. No pienso avanzar más.
Aquí es donde fijo mis pies al suelo. Intenta llevarme que no me muevo.
¿Crees acaso que te necesito? Estas muy equivocado. Puedo sola, y es ahora realmente cuando empiezo a vivir.
Muy bien, no te gusto. Deja de mirarme así.
Esos trucos que antes usabas no te van a servir de nada contra mí. No sabes cuándo pueden dar de sí un par de años.
No soy quien recuerdas. Ya no me asusto más, no de tí.
¿Vienes a criticarme?
¿Vienes a intentar hacerme sentir culpable?
Bien, te animo a intentarlo. Te espero aquí para borrarte esa estúpida sonrisa de la cara.
Me das pena, ¿Sabes?
¿Rechazas esto? No tienes ni idea...
Tranquilo, no vas a tener que evitarme más. Aqui termina tu camino al lado del mío.
Sí, sufrí en el pasado, pero ya no soy esa niña, nunca más. ¿Y sabes qué es lo mejor?
Que mereció la pena.

domingo, 12 de diciembre de 2010

Aryena

Un acto, un silencio... una huída que rasga un corazón.
Una luz. Notas su calor cubriendo esa herida que sangra lágrimas.
Más luces, más calor. En ese momento te sientes arropada, protegida.
Un abrazo, una caricia. Una mirada que te demuestra que no estas sola.
Una mano frente a la tuya a la que te agarras. Te levanta.
Unos dedos que retiran tus lágrimas. Unas sonrisas de aliento que despiertan la tuya.

-No te hundas, Aryena. Nada merece que lo hagas. Abre tus ojos e ilumina con tu espíritu el mundo. Tu luz es necesaria para nosotros, tu sonrisa lo es para el mundo.

jueves, 9 de diciembre de 2010

Efectos secundarios

Da igual todo lo que pueda decir si no lo sabes ya, porque... ¿De qué me sirve volver a decir que te amo... si no puedo besarte mientras lo hago?
¿Para qué decirte que daría todo lo que tengo por un abrazo tuyo... si todo eso ya lo sabes?

Hoy mi cuerpo me ha declarado la huelga. Se quejaba y me hacía sufrir por el gran cambio al que le había hecho someterse. Mi mente se protegía a si misma encerrándose en su muerto silencio cuando lo necesitaba... pero también en sus recuerdos, haciendo que mi cuerpo se estremeciera celoso de cómo recuerda tus caricias sobre mi piel.
Él sin embargo perdía esa sensación con cada segundo que me separaba de la despedida. Con cada segundo que pasaba, olvidaba... y lloraba por ello. Mi mente solidaria acompañaba esas lágrimas con su frío silencio aunque con ello me dejara sumida en una mayor melancolía. Estaba sola sin ti...

¿Por qué? Porque lo olvido... porque odio olvidar pero no puedo remediarlo... ya que nada es igual cuando no estas. Porque podría perderme en el mejor recuerdo que pueda recuperar mi mente que no se acercaría a lo que me haces sentir...
Porque... te quiero