Este blog continúa en: Lights and shadows keep on changing

martes, 25 de enero de 2011

Oda a la vida

Es cierto que a veces pasas desapercibida.
Es cierto que en ocasiones nos enfurecemos contigo.
Te llamamos injusta, cruel. Te creemos compañera infiel.
A veces simplemente caes en el olvido.
Se pasan los días que nos has regalado sin apenas aspirarlos.
Incluso podemos desear borrar partes de ti sin ver que,
hasta en tu peor momento, velas paciente por nosotros.
Endureces nuestros pies con tu tiempo
para que podamos saltar las piedras que intencionadamente pusiste en nuestros caminos
sin alardear de tu bondad, que pasa desapercibida entre tantas lágrimas.

Es cierto que a veces pasas desapercibida
Muchos se acostumbran a tu vestidura de estrella cotidiana.
Yo prefiero ver tu brillo en cada segundo que te tenga.
Porque una vez que nos das fuerzas para secarnos los ojos
somos capaces de ver la belleza de la superficie desde el abismo.
Así que prometo no temerte nunca. Prometo no rechazarte,
no te engañaré. No me dejaré engañar.
Beberé de ti cada gota que me sea dada
y aceptaré con una sonrisa la última de ellas,
pues habré saboreado cada una de las anteriores.
Cantaré tu melodía con la voz que me has dado.
Bailaré tu ritmo levantando la tierra del suelo con mis pies.
Sonreiré con la mirada a todos los que te sonrían
y tenderé la mano a aquellos que necesiten mirarte más de cerca.

Compañera de mis pasos y dueña de mi cuerpo.
Ahora abro mis brazos al nuevo horizonte que me dibujas hoy.
Levantaré la vista lo suficiente para emocionarme con el de mañana,
para poder darme cuenta una vez más de todo lo que nos prometes,
para saber que he de luchar para merecerlo.

sábado, 22 de enero de 2011

Perderse

Quiero ocultarme.
Abrigarme bajo un jersey que me quede grande y ocultarme.
Hacerme una bola contra la pared y esconderme
de miradas de pena o reproche.

Quiero fugarme.
Caminar en dirección contraria a donde esperan.
Acurrucarme bajo un árbol y olvidarme
de que nadie se ha dado cuenta.

Acabo de perderme,
pero es lo que quería. Perderme.
Cuando horas más tarde
comiencen a preguntar por mí. Quiero estar lejos.

Pero que esté sufriendo no significa que esté rota.
Que quiera esconderme no significa que quiera ser olvidada.
Que me oculte no significa que no espere tu mirada.
Mis oídos siguen atentos a la espera de tu llamada.

Quiero levantarme.
Dar la espalda al anochecer y despertarme.
Caminar durante la noche hacia el este
y encontrarme con el Sol antes que nadie.

No me juzgues.
Si no me conoces, no me juzgues.
Siéntate a mi lado y pregunta.
Sólo entonces te dejaré despreciarme.

No te dejes engañar.
Ser diferente no es algo malo.
Antes de pasar de largo, párate.
Párate y vuelve a mirar.

miércoles, 19 de enero de 2011

Domingo sangriento

Recuerdo que me sentí bien, ¿puedo escribir? ¿Soy un escritor? ¿O sólo soy un guitarrista? Cuando se pasea por un bosque, se ve una masa de troncos de árboles. Entonces, en un punto concreto, te das cuenta de que están todos en filas perfectas. La claridad, la claridad de la visión. Lo que había estado mirando desde un ángulo equivocado y no lo veías del todo. Trabajas, sudas, para ver lo que no has podido ver desde esa otra prespectiva. Sólo recuerdo luchando para garabatear aquello antes de ese momento pasara y se desvaneciera. Cogí la guitarra y eso es lo que salió con "Sunday, Bloody Sunday"
The Edge (U2) durante el documental It May Get Loud .

Sunday, Bloody Sunday fue escrita desde la rabia, la impotencia y el dolor que The Edge sintió en 1974, cuando 33 personas murieron y cerca de 300 resultaron heridas por la explosión de dos coches bomba en Dublín y uno en Monaghan, a 10 kilómetros de la frontera con Irlanda del Norte. "Fue un completo desprecio por la vida", explicó.

The Edge: When you’re writing a song, it can’t just be a nice idea; it’s got to be something that’s important to you at a gut level. Even when “Sunday Bloody Sunday” was in its rough, early stage, it was cathartic for me. As a band, we decided not to release it as the first single on War, not because we didn’t think it was a great tune but because it would’ve been embarrassing for it to have become a commercial object to be exploited. The first time we played it live, we were in Northern Ireland, and without telling the rest of us, Bono goes, “We’ve got a song about what’s going on up here. If you don’t like it, we’ll never play it again. Ever.” [laughs]
I was thinking at the moment: “Oh shit. Oh shit.” Then Bono said, “This song is called ‘Sunday Bloody Sunday,’ ” and the place went nuts. Two or three people headed to the exits, because from the title alone, you might think it’s a nationalist anthem. But of course, it’s just the opposite: It’s a pacifist anthem. My hands were shaking as I played the guitar.

... Me gustaría poder creer que no nos hemos acostumbrado a tanta violencia solo porque persista. Quisiera creer que hay muchas más personas que tal y como hizo The Edge al componer esta maravillosa canción y como muchos otros lo hacen día a día de miles de forma distinta, se revelan contra todo esto. No podemos aceptarlo como algo cotidiano en nuestras vidas y no por mucho que lo oigamos debemos dejar de sentirnos horrorizados.

No puedo creer las noticias de hoy
Oh, no puedo cerrar los mis ojos y hacer que desaparezca
¿Por cuánto tiempo, por cuánto tiempo tenemos que cantar esta canción?
¿Por cuánto tiempo?
Pero esta noche, podemos ser como uno solo esta noche
Botellas rotas bajo los pies de los niños
Y cuerpos derramados por el callejón de la muerte
No escucharé la llamada hacia la batalla
Me pondré de espaldas contra la pared
Sunday, Bloody Sunday...
Y la batalla acaba de comenzar
Hay muchas perdidas, pero dime ¿Quién ha ganado?
Las fosas cavadas dentro de nuestros corazones
Y madres, niños, hermanos, hermanas separados.
Sunday, Bloody Sunday...
[...]
Seca las lagrimas de tus ojos
Sécate las lagrimas
Yo secare tus lagrimas.
Yo secare tus ojos inyectados de sangre.
Sunday, Bloody Sunday...
Y es verdad que somos inmunes
Cuando el hecho es ficción y la TV realidad.
Y hoy millones lloran
Comemos y bebemos mientras mañana ellos morirán.

lunes, 17 de enero de 2011

Relato de un fantasma

Ella permanecía quieta en el aire. Sabía que el viento agitaba todo a su alrededor, pero en realidad todo estaba muy quieto. En aquel lugar todo estaba quieto, incluso cuando se movían en aquella bruma sin color.
A veces recorría las calles de lo que antes fue para Ella una agitada ciudad, aunque quizás ahora fuera diferente, no tenía forma de saberlo. Notaba cómo más de Ellos pasaban a su lado, sin prestarle atención. Tampoco es que le importara. Ellos iban vagando al igual que Ella.
Volaba sobre las aceras sorteando a los Otros que caminaban por las calles. La única forma de distinguir a las formas de Ellos de la de los Otros es por su actitud. No podía escuchar qué decían los Otros, en aquel lugar estaba todo callado. Tampoco podía distinguir sus rostros. En aquel lugar nadie tenía rostro. Los Otros caminaban siempre con prisas de un lado para otro, cruzando las calles corriendo entre el tráfico. Y si se detenían o si comenzaban a andar de nuevo, era siempre por un propósito. Ellos no tenían nada que hacer, nunca hacían nada. Solo vagaban. Sorteaban y vagaban.

-Me gustaría poder sentir el viento- dijo uno de Ellos en algún momento, quizás hablando consigo mismo. Ella se detuvo un instante, dejándose mecer por la espesa bruma.
Silencio...
-Quierría volver a oler algo, quizás un jazmín el flor, o quizás la comida antes de llevármela a la boca. Querría comer algo de nuevo- comentó otro de Ellos casi para sí mismo.
Silencio...
-Me gustaría mirar a alguien a los ojos. Unos ojos verdes, vivos. Recuerdo unos ojos verdes, pero no se a quién pertenecían. Ya no recuerdo nombres...- señaló otro.
Silencio...
-Colores... echo de menos los colores- susurró otro.
Silencio...
-Lo que más echo yo de menos- dijo Ella hablándole a nadie en concreto- es el sonido de los latidos de un corazón.
Se balanceó sobre sí misma un rato. Puede que fuera mucho, puede que fuera poco. Quizás pensando en algo, quizás sin pensar en nada. Quizás alguien más estuviera hablando, Ella no se enteró de nada.
Silencio...
Volaba de nuevo sobre las aceras sorteando a los Otros que se caminaban por las calles.
Notaba cómo más de Ellos pasaban a su lado, sin prestarle atención. Tampoco es que le importara. Ellos iban vagando al igual que Ella.
Solo vagaban... sorteaban y vagaban.

domingo, 16 de enero de 2011

No quiero

No quiero callarme. No quiero hacer lo correcto. No quiero decidir por miedo. No quiero bajar la mirada ni apartarme de tu lado. No quiero esconderte mis secretos. No quiero despedirme más... quiero que solo existan los hasta luego.
Quiero proponerte otros límites que no sean tan estrechos. Quiero inventar algo nuevo, algo que se salga de lo preestablecidas. Quiero que me pidas contártelo todo, porque quiero contarte todo. Quiero dar un respiro a mi alma atormentada, quiero encontrar un hogar a mi cuerpo errante.


Pero lo siento, aunque quiero hacerlo, no puedo. No todo es como queremos. Yo sola no puedo romper esa norma. Demuéstrame que puedo sobrepasarla.
Es tan fácil como preguntarme... pregúntame qué es lo que quiero.

Canción de hielo y fuego

-¿A dónde quieres llegar a parar?
-No tengo forma de saberlo...
Tus ojos me preguntan si te quiero y mis secretos temen por ser revelados...

Hay algo quizás sea peor que un amor no correspondido por aquél a quien amas... y es el amor no correspondido por uno mismo.
Es el amor que sientes por aquella persona que se desboca en ti, que te lo da todo, que nació para estar a tu lado, pero tú... tu no dejas de caerte, te pierdes en un vaivén de sentimientos que te hacen sufrir en todo momento. Es un vacío de algo arrebatado. Alguien cruel que te ha arrancado parte de tí misma justo en el momento en el que deberías sentir la más pura felicidad. Y ese espacio frío solo cabe el odio, un odio intenso hacia tí mismo que abrasa a tu frío comportamiento hacia él sin llegar a eliminarlo. Fuego contra hielo en una batalla sin victoria en la que ninguno cae sin arrastrarte contigo al oscuro abismo en que te meces.
Y desde tu silencio secreto te bates en tu propia canción de hielo y fuego, una melodía cruel que nunca supiste cuando comenzó pero sabes con seguridad que no va a terminar.

El fuego te quema y el frío derrama una lágrima por tus ojos antes de quedarte dormida.

sábado, 8 de enero de 2011

Ruido

Vuelves a poner esa canción a pesar de lo que sabes que despierta en ti, a pesar de que la has oído tantas veces que no necesitas que suene para poder oírla. Aun así la vuelves a poner y tus lágrimas la vuelven a acompañar.
La paras antes de que acabe, aunque nunca llegas a poder detenerla. Sigue sonando en tí. Puedes escucharla casi tan bien como antes, asique decides darle vida tu misma. Te levantas y te sientas frente al piano. Tus dedos dan forma a la melodía y tu voz le pone letra. Alargas y alargas el final, repitiendo la canción hasta que tu voz se quiebra. Hace rato que cerraste los ojos y que tus dedos se guiaban solos, que tu voz no necesitaba mirar la partitura ni seguir la letra.

Sin embargo, piensas una vez que el silencio también reina en tu habitación, que el mundo está más callado que vivo. Nadie habla, tan solo hay ruido de fondo. Ni siquiera la música, ni siquiera tu canción llena ese silencio y solo cabes preguntarte, antes de quedarte dormida... ¿Dónde está todo el mundo?

martes, 4 de enero de 2011

Enfadada

Ah… cuanto me gustaría poder creer lo que dicen las canciones. Siempre he escuchado atenta, siempre atenta a sus letras, a su significado, siempre creyendo en ellas, como si hubieran sido escritas para mí pero… apenas duró mi ingenuidad. Ahora, molesta, detengo sus acordes, enfadada por mentirme, enfadada por hacerme creer que incluso yo misma creía en el amor… pero no era así, incluso cuando el amor si creía en mí.
Las fantasías no son reales. Los amores imposibles que triunfan sobre todo no tragan conmigo, porque siempre se quiebra algo, aunque sea el mismo abrazo que los mantenía unidos.
¿Y lo peor? Lo peor es que lo digo desde la experiencia.

sábado, 1 de enero de 2011

Donde no haya línea en el horizonte

Olvido...

Quisiera poder borrarlo todo con una respiración. Cerrar los ojos, concentrarme y que todo haya pasado cuando los vuelva a abrir.
Que no quede rastro de culpa, miedo ni dolor en el camino. Que nunca se hubiera derramado esa sangre.
Me perdería en la oscuridad de la noche, entre la blancura de la nieve (no pediría nada más, tan solo una llanura en la que no alcance a ver el final). Y seguiría vagando eternamente con la mente vacía. Tan sólo sintiendo el suelo bajo mis pies, el viento guiándome, los olores que me rodean y memorizando cada detalle con mis ojos para no volver a recordarlo jamás. Llevada por mi instinto, viviendo a través de mis sentidos.
Me iría desvaneciendo con el paso de los años sin siquiera darme cuenta y tal vez, solo tal vez, encontrar algo por lo que sonreír antes de desaparecer del todo...


... Silencio.