Este blog continúa en: Lights and shadows keep on changing

miércoles, 21 de abril de 2010

رقص شرقي

La música comienza. Su melodía vuela por la habitación. Mis brazos se sueltan, comienzan a ondear, acabando en mis dedos. La percusión se hace sonar y la cadera acompaña cada golpe. Las monedas que cuelgan de ella campanean con cada giro. Yo sola, solo yo y la música. Mis huesos se funden con mi piel. Círculos, infinitos, espirales... un cálido océano, un océano al que yo misma doy forma. Yo soy el mar, bravo, fuerte y poderoso, pero a la vez lenta y suave marea, dulce...
Un brazo en lo alto, la mano continuando el final de mis ojos, espalda arqueada, cadera elevada y tobillo levantado. Quieta... la música ha terminado. Los tambores ya callaron.

Un paso atrás en señal de que estamos aprendiendo...

...y un saludo a nuestros maestros.

Sé que no he hecho más que empezar, pero ya la siento, siento la música y cada movimiento que la acompaña, y con ella y me siento libre... me encuentro a mi misma.

1 comentario:

  1. fuerza líquida, como la pantera que con un grácil y elegante movimiento sube hasta la copa del árbol, sin apenas inmutarse

    ResponderEliminar